No sé como empezar esta nota, porque me duele demasiado escribirla.
Después de un mes entero de médico en médico el miércoles le diagnosticaron a mi bebé un tumor. Está entre la médula y el pulmón izquierdo y el jueves 16 le operarán.
Esta semana la hemos pasado en el hospital. Ha sido la semana más dolorosa de mi vida, y creo que esto sólo está empezando.
Y este miércoles me encontré con un montón de niños que están pasando por lo mismo, niños que han tenido que soportar las mismas dolorosas pruebas que ha tenido que pasar mi hijo, niños a los que seguramente su mamás le han tenido que ver llorar, sin saber que está pasando, por qué les hacen lo que les hacen, y lo único que puedes hacer es decir: No te preocupes, mamá está contigo.
Pero son los mismo niños que después de pasar por una prueba dolorosa o angustiante, salen del hospital con alguna lagrimilla que no ha llegado a caer y su mejor sonrisa, jugando como si nada, ignorantes de lo que sucede dentro de ellos.
No os quiero aburrir con esto, sólo quería contaros esta última semana y seguramente desahogarme un poco, porque creo que hasta hoy, no he podido llorar.
Un beso a todas...
Bob Esponja y Patricio amigurumis
Hace 2 meses